Referencias

 

1 Éste artículo forma parte del proyecto de investigación: Estudio psicoanalítico sobre el parricida Pierre Riviére. Registro COFINPO/DACSA/2012/14.

2 Docente-Investigador en el grupo disciplinar de psicología clínica. jsanchez@pampano.unacar.mx

3 Dígase primero de un asentimiento subjetivo por parte del sujeto que le permite otorgarle al castigo su singular significación como responsabilidad singular y social y no como la necesidad sintomática proveniente del superyó  (Ver, Mollo, 2008).  Se trata de asumir subjetivamente el pago correspondiente por el acto cometido, es abrigar la lógica de que un homicidio exige siempre que alguien sea llamado a responder por él.

4 Para Legendre, el principio de la razón es la construcción cultural de una imagen fundadora gracias a la cual toda sociedad define su propio modo de racionalidad, es decir, su actitud ante el problema humano de la causalidad. (pp. 43-44).

5 Para ejemplos más explícitos de estos efectos, Ver, Lora Fuentes, Mª. E. (2013). En Crisis de la normas, desborde de la violencia.

6 Para mayor amplitud de la discusión ver Radiszcz, E. (2009). En “Algunas observaciones sobre la tesis de la declinación del padre y la cuestión de la ley en psicoanálisis” particularmente en los párrafos dedicados a el anverso pacificador de la ley.

7 Ver prologo establecido en: Camargo, L. (2005). Pp. 17-30

8 Este término  es empleado por Legendre para referirse a un aparato Legal que no puede cumplir su misión por la falta no sólo de medios, sino de la imparcialidad obligada. Ver  también, Solano, (2008), p. 89

9   Para Legendre la referencia absoluta es el sistema de filiaciones de una cultura determinada que otorga al homicidio su sentido último. Lo absoluto aquí, no es equivalente a la omnipotencia despótica, es su capacidad de notificar a la vez el principio fundador como algo indisponible y significando al mismo tiempo un límite (Legendre, 1994, p. 169)

10 La noción de orden genealógico en Legendre remite al conjunto de sistemas culturales, sociales e institucionales que permiten la perpetuación de las generaciones sin sujetarse a criterios biológicos, se trata de una función lógica que trasciende y que posibilita colocar a todo hijo subjetivamente  en la dimensión de conquistar la función paterna de la transmisión de su oficio (Legendre, Pp.36, 45). En estos términos, procrear y afiliar son cosas completamente distintas, son acciones políticas y no genitales,  esta última idea es planteada por Bellido J. (2008). Pp. 289-310

11 El término empleado por Legendre es self-service normativo; TN.

12 Ver también, Foa, J. (2013). P.136

13 En este momento del proceso se le presentan al acusado las escenas video grabadas de su crimen.

14 Pierre Legendre ha comentado poco el carácter social que gira en torno al delirio de Lortie, la situación nacional y la envoltura histórica de Québec no son abordadas. Para nuestro propósito y aunque pudiera resultar bastante interesante abarcar las repercusiones que el crimen ha tenido para los Quebequenses nos conformaremos con señalar que el acto criminal con posterioridad ha generado una serie de “representaciones” incluyendo  una pieza “teatral” escrita por  Pierre Lefebvre denominada Lortie. Véase hors-champ, 17 de junio  de 2009.

15 No es por demás declarar que al padre  al cual haremos referencia permanece sustraído en ciertos aspectos a la acepción común que nos hacemos de él inicial y cotidianamente, como agente de la paternidad ordinaria. Se trata entonces de un referente que presenta la particularidad esencial de no ser asignable a una historia por lo menos en la ordenación cronológica Ver Dor. P. 11. Se puede pensar en una historia mítica que conduce a Freud a establecer en “tótem y tabú” una respuesta sobre el vacío que deja la pregunta sobre el origen de la humanidad (Bercovich, 2003).

16 En este contexto entiéndase como aquella función lógica que posibilita tanto al padre como al  hijo la construcción subjetiva-dialéctica para asumir cada cual su lugar. Tenemos que el padre tendrá que morir simbólicamente  para cederle su lugar al hijo y el hijo tendrá que matar al padre simbólicamente para asumir generacionalmente su posición de padre, es decir el hijo y el padre  tendrá que desintrincarse subjetivamente.

17 En las memorias de apelación el inculpado señala con demasiada frecuencia su combate contra la angustia y contra el miedo de llegar a ser como su padre, contra lo que él mismo llama “punto negativo en el interior de sí mismo”  (Legendre, p. 87). Las memorias de apelación son citadas por Legendre a modo de fragmentos, por lo tanto, cuando las mencionamos aludimos a estos.

18  La muerte simbólica del padre es consistente con la hipótesis desarrollada por  Freud en tótem y tabú sobre el origen mitológico de la humanidad y del sujeto, se trata en principio de la existencia de un hombre primordial que tenia el acceso a todas las mujeres y que protegía celosamente esta posición, apartando a sus descendientes, sin embargo sus hijos soñaban continuamente,  con  sustituirlo, ponerse en su  lugar privilegiado., hasta que un día pudieron,  juntos más que el sultán, así que asaltaron su serrallo, lo mataron, y devoraron su cadáver, pero  fue  que,  sobrecogidos,  espantados  por  el  fantasma  de  su  padre,  cuya nueva, misteriosa autoridad les parecía ahora mayor que cuando los dominaba en vida, dictaron que la muerte del tótem (la carne de su padre hecha Verbo) era el pecado más grave, “y renunciaron a recoger los frutos de su crimen (S, Freud. 1913). Dicho de otro modo, solo la muerte celebrada y llorada instituye al difunto devorado como padre (Dor, p. 35)